Octavio de pie con la mano derecha señalando a la izquierda. Recuerda la iconografía de Cristóbal Colón cuando señalaba el descubrimiento de América. Desde el punto de vista simbólico la figura de Octavio simboliza el descubrimiento de nuevos territorios. Al lado derecho, en segundo plano principal, encontramos tres figuras. La primera de ellas es un capitán con aspecto otomano, ataviado a la manera occidental clásica. Su semblante es tenso, mirando a Octavio, observando las tierras que próximamente conquistarán. Un niño mirando al espectador. El atelier nos hace un guiño, quizás indicándonos el autor del cartón. La cara de ese niño recuerda a uno de los más grandes pintores del renacimiento italiano, Rafael.

A su derecha un militar observa la escena. Su semblante es diferente al militar otomano; está relajado sin mirar al frente. Está observándolo todo. El paisaje de la batalla es provisional, en la cima de la montaña unas tiendas de campaña de lino o lana. Más abajo una ladera sin vegetación.

En el lado izquierdo nos encontramos acción, la batalla, el comienzo de la conquista. Tres caballos montados por jinetes en movimiento indican con sus brazos y sus movimientos también a la izquierda. Soldados de a pie rodean toda la escena.

El artista de este cartón era puramente renacentista, con una profunda influencia italiana. Durante el siglo XVI, los tapiceros flamencos viajaron por toda Europa llegando hasta tierras italianas. Estas influencias se vieron reflejadas en multitud de tapices y en el cambio radical de la relación del pintor y el maestro tejedor.

La cenefa está jalonada de armaduras, cascos, espadas y lanzas romanas. A ambos lados del marco, una mujer y un hombre. En el lado inferior unos leones y un medallón. En el lado superior en el centro una mujer clásica acaricia a un niño. Todo rodeado de varios jarrones.

Conclusión: Octavio aparece en este tapiz señalando las nuevas conquistas del imperio romano. El capitán otomano, las tiendas de campaña, los caballos nos indican que se trata de África o Turquía.

Parece que este paño y el anterior son obra de la misma manufactura y del mismo artista cartonista.